Rodolfo Argudín Jústiz, el piano de la orquesta NG La Banda, fue el impulsor del piano timbero de la década de 1990, en el inicio del Boom de la Salsa Cubana, desde la Gira por los Barrios de La Habana, en noviembre de 1989. Ahora que NG La Banda está celebrando su aniversario 25, hay que mencionar la importancia del piano funky, percutido, en la “base rítmica” de la nueva música en el fin de siglo XX.
Rodolfo Argudín Justiz es nieto del famoso pianista Pedro Nolasco Jústiz Rodríguez (Banes, 1913/1977) “El Marquéz del Marfil”. “El piano de Oriente”, rey del “Piano con Moña” (asimétrico, a contratiempo),
El viejo Peruchín trabajó con la orquesta de Chepín-Choven, Casino de la Playa, Riverside, Orquesta de Tropicana, Swing Boys, conjunto de Matamoros, Mariano Mercerón, Benny Moré, Los Amigos, Cuban All Stars de Antobal. Fue un pianista adelantado a su tiempo, uno de los tres grandes de la pianística popular, junto a Lilí Martínez y Rubén González.
Su nieto Rodolfo Argudín, el pianista de NG La Banda, nació en La Habana el 3 de octubre de 1964, estudió con su propio abuelo Pedro Nolasco “Peruchín” y en el Conservatorio Amadeo Roldan con Frank Fernández, Zenaida Romeu y Raúl Huerta.
Ganó el Premio de Interpretación, en el Concurso UNEAC; en Venezuela fue finalista del Concurso de Piano Teresa Carreño; Participo en el Concurso Espinal de Francia y fue Gran Premio Yamaha de Suecia.
Rodolfo combinó la técnica de su abuelo, con las influencias interválicas de los jazzistas Keith Jarret, Mc Coy Tyner y otros pianistas contemporáneos.
“Toco los montunos con todos los dedos, haciendo sonar el instrumento con más fuerza orquestal, con la politritmia africana. NG rompió con los esquemas tradicionales de tónica y dominante. Utilicé el piano en NG La Banda con un sentido rítmico y melódico; jugamos con la métrica, pero siempre respetando la “marcha cerrada” de la música cubana. Todo esto combinado con toda precisión y agarre profesional con el bajista Feliciano Arango”.
Para entrar en NG La Banda, Peruchín debió pasar una prueba muy dura, “José Luis Cortés confió en mí, esperó a que yo me ajustara a las nuevas exigencias. NG era una banda excepcional, la mejor de su tiempo. El disco Murakamis Mambo fue el momento más fenomenal, José Luis es un genio único en la música cubana, puede improvisar un verdadero espectáculo musical en el escenario”.
Además de tocar con NG, Peruchín ofreció clases de música, de 1998 al 2001, en Bogotá Colombia. Allí nació su hija Camila.
Participó en un disco con Tata Guines y Changuito, Las leyendas del jazz; fue el pianista del proyecto alemán, The Havana Lounge en el 2007, donde se enfoca a los ritmos tradicionales cubanos.
También fue miembro de la banda Cubanismo, de Jesús Alemañy del 2006 al 2007. Estuvo en otro proyecto con el laudista barbarito Torres en Brasil. Estuvo en un disco Homenaje a la Fania All Stars. Con NG La Banda grabó todos los discos hasta 1998.
Tiene escrito un libro: Piano con tumbao, un método muy útil en la manera de hacer la clave en la música cubana y clásica.
En la dinastía de Peruchín aporta dos hijas estudiantes de música con una excelente musicalidad.
Peruchín, es una valiosa escuela de piano, las nuevas generaciones del siglo XXI, tienen en las grabaciones de los discos de NG La Banda una guía para interpretar el piano timbero y muchas de las nuevas variantes de la pianística actual.
Recuerdo en aquellas presentaciones de NG La Banda, el sonido profesional del piano de Peruchín, la precisión, la musicalidad y la novedad. Fueron tiempos de revoluciones musicales, en ella tuvo una participación especial.