Para algunos la salsa nació en Nueva York, para otros en Cuba. La polémica abarca a musicólogos, músicos y salseros en general y aunque no existe la verdad indiscutible, el tema es sumamente interesante.
Aunque algunos musicólogos dicen que la salsa nació en New York, en realidad es en Cuba donde nace la música del sabor. Desde el siglo XVII fueron importadas hacia España unas zarabandas, especie de danzas mulatas, mestizas, alegres que Alejo Carpentier definiera "bastante pop para la época" por sus movimientos impúdicos, tal como catalogan hoy día a muchas músicas salseras.
Tiempo después, en 1776 Cuba embarcaría desde el puerto de La Habana un baile llamado chuchumbé que obtuvo, en el acto, un extraordinario éxito de difusión. La música licenciosa tenía el tipo de malicia que después asumirían las Guarachitas del siglo XIX.
Para que la llamada salsa latina de la década de 1960 se difundiera y aceptara internacionalmente tuvieron que imponerse desde la década de 1920 ritmos como el son, la conga, la rumba y después el mambo, el cha cha chà, la pachanga y figuras como Desi Arnaz, José Curbelo, Xavier Cugat, Mario Bauzá, Frank Grillo (Machito), Miguelito Valdés, Panchito Riset, Antonio Machín, Don Azpiazu, Chano Pozo, Chico O´Farrill, Mongo Santamaría, Gilberto Valdés, Marcelino Guerra, Vicentino Valdés, Anselmo Sacasas, Israel López, Fajardo y sus Estrellas, La Sonora Matancera y otros más.
Las raíces de la salsa están en la música cubana
Gran cantidad de investigadores en su apuro por asegurarle a la salsa una identidad latina "pura", pasan por alto las raíces históricas de la música cubana en la música popular estadounidense. No se dice todo cuando afirmamos que la salsa tiene su origen en la música popular cubana". (1992)
Mucho antes de que la industria disquera de la Fania y la CBS produjeran la película Salsa y acuñaran el termino en 1977, ya desde 1929 Ignacio Piñeiro nombraba y popularizaba la palabra "salsa" y es así que en 1932 graba la canción Échale salsita que condimentó el ajiaco musical cubano lleno de sabrosura antillana.
En 1954 el bajista Israel López (Cachao) titulaba uno de sus temas Más salsa que pescao. Cheo Marquetti y sus salseros se denominaba una charanga habanera. José Galiño me indica que en 1957 el Benny Moré, para animar a sus musicos gritaba: ¡salsa, salsa! y cerraba los números de su orquesta con unos efectos en la dirección que luego rubrica con estas palabras: "!Se acabó la salsa!".
La estructura, el fundamento de la salsa latina no podía surgir de otro lado que de Cuba. Los salseros asumieron con fidelidad indiscutible los perfiles formales, estilísticos y rítmicos integradores del llamado complejo del son cubano (septeto, conjunto) que nuestros musicos mas representativos han creado y acumulado un proceso decantador de varias décadas, que culmina con el genio de Miguel Matamoros, según afirma desde 1982 Rosendo Ruiz Quevedo.
Arsenio Rodríguez aporta las diferentes partes de cómo se deben estructurar las piezas musicales asimiladas por los salseros al estilo de formatos de conjunto con: introducción, desarrollo, montuno, mambos y coda final.
Sobre la base de estos formatos y la estructura musical cubana se transculturaron: la plena, la bomba, el joropo, la cumbia, el porro, el currulao, el vallenato, el samba, el jazz, el pop y los ritmos cubanos, principalmente la guaracha, el mambo, la rumba y el son. Pero siempre el fundamento cubano.
"La salsa se enriquece siempre que en el numerador o el denominador exista un elemento tradicional: (A) armonía tradicional unido a ritmos con equipos electrónicos. (B) armonía contemporánea con ritmo tradicional. Los salseros le mantuvieron en el son su cultura ritmática esencial.
A la vuelta de dos décadas el aporte de la salsa produjo una actualización y difusión internacional de la bloqueada música cubana. "En la actualidad -reconoce el musicólogo Leonardo Acosta- estamos comprobando que esto fue positivo. Felizmente, sin perder nuestros propias características y con espíritu innovador".
El autor y cronista de la música cubana, Rafael Lam posee el libro "Los Reyes de la Salsa Cubana", dedicado al imperio de la salsa en Cuba - para algunos una biblia de la mùsica cubana. La obra abarca a todos los grandes de la salsa cubana, desde Miguel Matamoros, Ingnacio Piñeiro y Arsenio Rodrìguez; hasta los corifeos de la salsa contemporànea: Los Van Van, NG La Banda, Irakere, Adalberto Alvarez, Revè y muchos más. El libro tambièn contiene varios capìtulos conceptuales de la historia de la salsa latina y cubana, con entrevistas inèditas a Jerry Massucci, Ralp Mercado, Celia Cruz, Tito Puente, Cachao y Josè Fajardo.
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Der Salsa entstand in Kuba
Für einige entstand der Salsa in New York, für andere in Kuba. An der Diskussion beteiligen sich Musikkenner, Musiker und Salseros und obwohl es keine eindeutige Antwort gibt, ist das Thema doch durchaus interessant.
Obwohl einige Fachleute sagen, dass der Salsa im Big Apple entstand, ist es doch Kuba, wo der Sabor das Licht der Welt erblickte. Im17.Jahrhundert wurde die Sarabande, ein fröhlicher Tanz in Spanien eingeführt, welcher Alejo Carpentier wegen seiner unzüchtigen Bewegungen so definierte: "..ziemlich Pop für seine Epoche.."
Später, 1776 in Kuba, entwickelte sich in Hafen Havannas ein Tanz genannt "Chuchumbé", welcher sich sogleich einer grossen Verbreitung freute. Diese Musik besass die gleiche Verschmitztheit, wie sie sich die Guarachitas des 19Jhdt. aneigneten.
Damit sich der so genannte Salsa Latina in den 60ern verbreiten konnte und akzeptiert wurde, mussten sich in den 20ern erst Rhythmen wie Son, Conga, Rumba und später Mambo, Cha Cha Chá, Pachanga, Persönlichkeiten wie Desi Arnaz, José Curbelo, Xavier Cugat, Mario Bauzá, Frank Grillo (Machito), Miguelito Valdés, Panchito Riset, Antonio Machín, Don Azpiazu, Chano Pozo, Chico O´Farrill, Mongo Santamaría, Gilberto Valdés, Marcelino Guerra, Vicentino Valdés, Anselmo Sacasas, Israel López,
Fajardo y sus Estrellas, La Sonora Matancera und andere mehr, durchsetzen.
Die Wurzeln des Salsa liegen in der kubanischen Musik
Viele Forscher übersehen in ihrer Eile und um dem Salsa eine ‚reine' Latino-Identität zu geben, den kubanischen Untergrund in der US-amerikanischen Popmusik(1992).
Viel vor dem, dass die Plattenlabel ‚Fania' und CBS den Film "Salsa" produzierten und den Begriff 1977 schufen, nannte und verbreitete 1929 Ignacio Piñeiro den Ausdruck "Salsa" und 1932 nimmt er das Stück "Échale salsita" auf, welches die kubanische Musik mit antillischem Geschmack würzte.
1954 nannte der Bassist Israel López (Cachao) eines seiner Stücke "Más salsa que pescao". Jose Galiño wies mich darauf hin, dass 1957 Benny Moré um seine Musiker anzufeuern "Salsa! Salsa!" rief und seine Auftritte mit den Worten "!Se acabó la salsa!" (etwa: "Die Sosse ist aufgebraucht") schloss.
Die Struktur, das Fundament des Salsa konnte von keinem anderen Ort kommen als von Kuba. Die Salseros eigneten sich mit undiskutierbarer Treue die Formen, Stile und Rhythmen des Son cubano (Septeto, Conjunto) an, welche dessen beste Vertreter schufen und in einem Destillationsprozess über verschiedene Dekaden hinweg ansammelten und in dem Genie eines Miguel Matamoros gipfelt, wie 1982 Rosendo Ruiz Quevedo bestätigte.
Arsenio Rodriguez steuert die verschiedenen Zutaten des Salsa-Stils bei: Introducción (Einführung), Desarrollo (Entwicklung), Montuno, Mambos und Coda final. Auf diesem Format und musikalischer Struktur der kubanischen Musik basieren "Plena", "Bomba", "Joropo", "Cumbia", "Porro", "Currulao", "Vallenato", Samba, Jazz, Pop und die kubanischen Rhythmen. Immer auf kubanischem Fundament.
Der Salsa besitzt immer ein traditionelles Element: (A) Traditionelle Harmonie mit Rhythmen von elektronischem Equipment oder (B) zeitgenössische Harmonie mit traditionellem Rhythmus. Die Salseros behielten im ‚Son' seine essentielle rhythmische Kultur bei.
Zwanzig Jahre Unterstützung des Salsa verbreitete den unter der Blockade leidenden Salsa international. "Zur Zeit" , bestätigt der Musikfachmann Leonardo Acosta, "stellen wir fest, dass dies positiv war. Glücklicherweise ohne die uns eigenen Charakteristika und unseren Erfindergeist zu verlieren".
Der Autor und Chronist der kubanischen Musik, Rafael Lam ist Autor des Buches "Los Reyes de la Salsa Cubana" (Die Könige des kubanischen Salsa) - für einige eine Bibel des kubanischen Musik. Das Werk enthält alle grossen Künstler des Salsa Cubana, von Miguel Matamoros über Ignacio Piñero und Arsenio Rodriguez bis zu den Chorifäen der zeitgenössischen Musik wie Los Van Van, NG La Banda, Irakere, Adalberto Alvarez, Revè und viele mehr. Das Buch enthält auch verschiedene Kapitel über die Geschichte des Salsa Latina mit unveröffentlichten Interviews von Jerry Massucci, Ralp Mercado, Celia Cruz, Tito Puente, Cachao und Josè Fajardo.
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