Hector LaVoe (1 Parte)

El jibarito de Machuelitos (en la Cantera de Ponce PR) era el único hombre que respiraba bajo el agua para ser aclamado como el Cantante de los Cantantes. Su vida fue una Comedia real, que puso en escena sus ratos amargos y sus muchas cosas buenas. Original hasta su sepultura, irrepetible y sin igual. Y aunque llegaba tarde era El Rey de la Puntualidad.

¡Oye Héctor!
…¡Tú sigues siendo el mejor!
"Se me olvidaba decir que soy el único hombre que respira bajo el agua".

Doña Francisca Panchita Martínez y Luis Pérez los progenitores de LaVoe jamás imaginaron que su vástago llegaría a ser y sigue siendo el mejor del Movimiento de la Salsa- El Cantante de los Cantantes. Del barrio Machuelito de la Cantera de Ponce- PR para el mundo entero. El lunes 30 de septiembre de 1946, en horas de la mañana, Rafaela una comadrona (enfermera) asistió en el parto a la madre del jibarito en su nacimiento y no digo la fecha de su muerte porque: ¡Héctor vive!.

No nacen LaVoe todos los días y, sin llegar a ser un mesías el hijo de un guitarrista y serenatero con una ama de casa fue salvado recién nacido de una meningitis que casi se lo lleva. Para fortuna de los salseros. No exagero si admito que Héctor fue para el Movimiento de la Salsa en los 70s, el Caruso de la primera mitad del siglo pasado o el Pavaroti de Europa que hasta hace poco escuchamos y sin ir muy lejos: El eterno Gardel de los argentinos que cada vez canta mejor o el Sinatra de los encopetados gringos.
El resto de su familia la integraron sus hermanos: Nelson, José Alberto Pito, Norma, Luis Ángel, Priscilla y Luisa. Tengamos en cuenta que su padre contrajo nupcias en 2 oportunidades.

Las tragedias acosaron a LaVoe desde su niñez
He escrito ya más de media docena de ensayos sobre la vida de Héctor y siempre habrá algo que decir y agregar por la aparición de nuevas revelaciones. Su existencia se asemeja a una caja de sorpresas y no estoy parodiando la melodía que fraseó (cantó) con fortuna el boricua Ángel Canales. Lo que nunca esperen de mi es que llene páginas enteras describiendo sus flaquezas como ser humano y artista. Por encima de todo Héctor es y seguirá siendo mi ídolo: Lo demás se lo dejo al Todopoderoso (Dios) a quien él le cantó con fe y angustia existencial en busca de esperanza y caridad.

Fue bautizado a las carreras en la Catedral de Ponce en brazos de Fidela Ramos Quintero y su esposo Ramón que intentaban evitar que a causa de su delicada salud muriera sin el sacramento. Fluyen bravamente en rabiosos rápidos nuevos episodios desconocidos de su paso terrenal. Empecemos con su orfandad desde sus 3 años, su madre falleció a los 36 años cuando él apenas era un mocoso. La adopción y cariño de Santa Reyes la segunda compañera de su padre y que coincidencialmente presenció el alumbramiento del niño Hectito fue un paliativo en su crianza. También fue a parar a brazos de sus abuelos paternos Obdulia- Doña Yuya y Juan Pérez. En medio de estas penurias sus más cercanos trataron que la infancia del travieso retoño fuera igual a la de sus semejantes en Ponce: Elevando cometas (Chiringas), lanzando (bailando) trompos, jugando con canicas (bolitas de cristal), reventando pichones (cazando pájaros con caucheras- hondas), pedaleando en carreras de bicicleta, jineteando (cabalgando) a lomo de puerco- cerdo (lechón) y chapaleando (bañarse) en las aguas del río Portugués. Se mantenía de locha (divirtiéndose) en los campos y solares de la Colonia Ferry.

Algunas maturrangas - pilatunas (travesuras) en su infancia le hicieron merecedor a sendas pelas (azotes con correa) de manos de su padre que llegaba cansado después de extenuantes jornadas como vendedor de ropa y cobrador de la firma Sambolín y Figueroa. Vale la pena anotar que algunos castigos los evitó trepándose a lo más alto de los árboles u ofreciéndose de voluntario para buscar el agua en el barrio Egipto. Su familia no siempre residió en Machuelito, también lo hizo en el 12 del Residencial Dr Pila, la Curva del Bigay, Santa Clara y aunque nunca vivió en Bélgica siempre frecuentaba sus esquinas por el apego a Doña Monse una especie de hada madrina para él porque le entregó el cariño que le faltó en su hogar.

El avispado (despierto) Héctor en navidades hacía de las suyas con la pólvora- reventando tronantes (petacas) e igual, en la fiesta del 31 de octubre de Las Brujas se transformaba (vestía) en anciano para corretear y asustar a las muchachas. ¡Qué mecha!... ¡Qué talego muchacho!.
La calle fue la primera Escuela de la Vida del boricua y a pulso agarró el tren que lo llevaría al camino del éxito, la fama y su temprana partida fue antecedida por la trágica y prematura muerte de su hijo Hectito Jr Pérez fruto del enlace con Nilda Puchi Román.

Oriundez musical
LaVoe nació con un angelito a cuestas (a sus espaldas) que le presagiaba buenos augurios y abría los caminos del triunfo. Así fue. Pocos, entre ellos su entrañable Willie Colón, todavía buscan una explicación al hecho que él jamás se aprendió la letra de una canción: Siempre las cantó diferentes es decir; con letras cambiadas. Sus grabaciones distan extremadamente de sus presentaciones en tarima en donde catapultó (lanzó) con lujo de detalles su gracejo (gracia) y jeringonza que más que el lenguaje callejero, aprendido en las esquinas era en ocasiones una sarta (hilada) de sandunga aliñada con dichos, saludos y pereque (molestia fina) para sus amigos, colegas, empresarios y contrarios.

Dejó para la posteridad su registro vocal en los surcos de en más de 50 LPs. Y otro tanto de sencillos. No tengo registros de la etiqueta Morgan (pirata) y no incluyo recopilaciones de éxitos que antes y después de su muerte se multiplicaron como las plagas de Egipto. Los empresarios no han parado de sacarle provecho a su nombre. Sus más cercanos sostenían que anduvo por la vida y el canto con la teja corrida (no muy cuerdo de la cabeza). En lo personal no lo creo: Héctor fue y será un loco genio. Más cuerdo que él ni la razón misma.

"¡Óyeme men!... para sonear se necesita talento, un poco de movimiento y saber bien al pensar lo que se va a decir. Yo soy un cantante que quizá no tenga escuela, pero tengo un corazón que muchos quisieran tener y yo me cuelo donde quiera. Y si cantamos mi música de PR hasta mi abuelo se pone a bailar. ¡Arranca Bobby!... como tu digas!". (Village Gate - NY 1984 o 86). Presentación con la banda del saxofonista y director Bobby Rodríguez y su Compañía. Ahí se las dejo, como lo diría él.

>> Hector LaVoe (2 parte)


Hector LaVoe (Teil 1 )


Der "Jibarito von Machuelito" (Cantera, Ponce, PR ) war der einzige Mesch, der unter Wasser atmete, um als Sänger aller Sänger bejubelt zu werden. Sein Leben war eine wahre Komödie die seine bitteren Augenblicke wie seine vielen guten Dinge in Szene setzte.
Ein Original bis zu seinem Begräbnis, unwiederholbar und ohnegleichen. Und auch wenn er stets zu spät kam war er der König der Pünktlichkeit.


Hör mal, Hector, Du bist und bleibst der Beste!
"Ich vergass zu sagen, daß ich der einzige Mensch bin, der unter Wasser atmet".

Doña Francisca "Panchita" Martinez und Luis Pérez, die Eltern LaVoe's, hätten sich nie träumen lassen, daß ihr Sprössling einmal und für alle Zeiten der Grösste der Salsa-Geschichte sein würde - der Sänger aller Sänger, aus dem Barrio (Stadtteil) Machuelito de la Cantera, Ponce, Puerto Rico, in die ganze Welt. In den Morgenstunden des 30. September 1946 half die Hebamme Rafaela der Mutter des Jibarito (Kosename für Puertoricaner) bei seiner Geburt, und ich erwähne hier nicht das Datum seines Todes, denn: Hector lebt.

LaVoes kommen nicht alle Tage auf die Welt, und auch ohne ein Messias zu sein, wurde der gerade geborene Sohn eines Gitarristen wie Serenadensängers und einer Hausfrau knapp von einer Hirnhautentzündung gerettet, die ihn beinahe gleich wieder aus dem Leben gerissen hätte. Zum Glück der Salseros. Ich übertreibe nicht, wenn ich behaupte, Hector war für die Salsa der Siebziger das, was Caruso in der ersten Hälfte des letzten Jahrhunderts oder Pavarotti, den wir bis vor kurzrem hörten ohne weit reisen zu müssen, für Europa sind, der unsterbliche Gardel den Argentiniern, der jedes Mal besser klingt, oder Sinatra den stolzen "Gringos". Den Rest der Familie bildeten seine Geschwister Nelson, José Alberto "Pito", Norma, Luis Angel, Priscilla und Luisa. Berücksichtigen wir dabei, daß sein Vater zwei Ehen einging.

Tragödien verfolgten Hector von Kindheit an
Ich habe schon mehr als ein halbes Dutzend Essays über das Leben Hector's geschrieben und stets bleibt noch etwas zu sagen und hinzuzufügen durch das Auftauchen neuer Enthüllungen. Sein Leben ähnelt einer Wundertüte und damit parodiere ich nicht die bekannte Melodie welche der bekannte Puertoricaner Angel Canales mit Erfolg sang ("caja de sorpresas" im Original). Man erwarte von mir nicht, dass ich seitenlang über die Schwächen eines Menschen und Künstlers herziehe. Über alles erhaben ist und bleibt Hector mein Idol. Das Weitere überlasse ich dem Allmächtigen zu dem er sang in Freud und Leid auf der Suche nach Hoffnung und Mitgefühl.

Er wurde notgetauft in der Kathedrale von Ponce in den Armen seiner Paten Fidela Ramos Quintero und ihres Mannes Ramón die verhindern wollten, daß er wegen seiner zarten Gesundheit ohne Sakramente stürbe. Unaufhaltsam stürmen neue unbekannte Episoden seines Lebensweges auf uns ein. Beginnen wir mit seiner Verwaisung im Alter von 3 Jahren, seine Mutter starb mit nur 36 Jahren als er gerade mal ein Knirps war. Die Aufnahme und Herzlichkeit Santa Reyes', der zweiten Frau seines Vaters, brachten dem kleinen Hectito Trost und wirkten als Heilmittel seiner Kindheit. Er verbrachte diese auch im Schoss seiner Großeltern väterlicherseits, den Obdulios, Doña Yuya und Juan Pérez. In dieser schwierigen Situation taten seine Nächsten ihr Möglichstes, damit die Kindheit des aufgeweckten Sprösslings genauso verliefe wie die seiner Altersgenossen in Ponce: Drachen steigen lassen, Brummkreisel antreiben, mit Schleudern auf Tauben schiessen, die Strassen auf und ab radeln, auf Schweinen reiten (Schweinehaltung in den Höfen auch in städtischen Haushaltne war und ist in der Karibik üblich, Anmerk. d. Übs.) und im Fluss Portugues planschen. Er vertrieb sich die Zeit auf den Wiesen und den Anwesen der Colonia Ferry.

Einige seiner Streiche handelten ihm verdiente Sanktionen ein, verabreicht mit der Knute von der Hand seines Vaters, der müde nach Hause kam nach anstrengendem Arbeitstag als Verkäufer und Kassierer der Bekleidungsfirma Sambolin und Figeroa. Es lohnt sich anzumerken, dass er einigen Strafen entkam indem er auf die höchsten Bäume floh oder anbot als Sühne im Stadtteil Egipto Wasser zu holen. Seine Familie wohnte nicht immer in Machuelito sondern auch im 12. Distrikt der Siedlung Dr. Pila, in La Curva del Bigay, in Santa Clara, und auch wenn sie nie in Belgica lebten, frequentierte er dessen Strassenecken wegen seiner Zuneigung zu Doña Monse, einer Art mütterlichen Fee für ihn, da sie ihm die Zärtlichkeit gab welche ihm zu Hause fehlte.

Der gewitzte Hector heckte zur Weihnachtszeit gerne Spässe mit Pulver aus: Knallfrösche hochgehen lassen, und in den "Hexennächten", gefeiert am 31. Oktober, verkleidete er sich als Greis, herumtollend und junge Mädchen erschreckend. Was für ein Schlingel ! Was für ein Frechdachs! Die Strasse war die erste Schule des Lebens für den jungen Puertoricaner und mit Schwung sprang er auf den Zug der ihn zum Erfolg führen sollte, zum Ruhm, und für sein frühes Scheiden war der tragische und vorzeitige Tod seines Sohnes Hectito jr. Pérez aus der Verbindung mit Nilda "Puchi" Roman ein Vorbote.

Musikalische Wurzeln
LaVoe kam auf die Welt mit einem Engel an seiner Seite der ihm günstige Vorzeichen setzte und ihm die Wege zum Triumph wies. So war es. Einige wenige, unter ihnen sein inniger Freund Willie Colón, suchen immer noch eine Erklärung dafür, warum er sich nie die Texte seiner Lieder merken konnte. Jedes Mal sang er sie anders, soll heissen: mit verändertem Text. Seine Aufnahmen unterscheiden sich extrem von seinen Bühnenauftritten bei welchen er ein gutes Mass an Witz und Schlagfertigkeit losliess, dass nicht nur aus dem an Strassenecken aufgeschnappten Gassenjargon bestand, sondern auch darin dass er bisweilen einen Schwall von Anspielungen und feinen Sticheleien an seine Freunde, Kollegen, Veranstalter und Konkurrenten richtete.

Für die Nachwelt hinterliess er sein Gesangswerk geprägt in die Rillen von mehr als 50 LPs und so einigen Singles. Ich habe kein Werksverzeichnis der "Marke Morgan" ( nach dem berüchtigten Piraten Käpt'n Morgan), also der Schwarzpressungen, Bootlegs, und ich beziehe auch nicht die Rekompilationen, die sogenannten "Exitos" ( Erfolge ) mit ein, welche vor und nach seinem Tod sich vervielfachten wie die Plagen Ägyptens. Die Geschäftemacher haben nie nachgelassen, aus seinem Namen Vorteil zu ziehen. Die ihm Nahestehenden halten an der Meinung fest, dass er sein Leben und seinen Gesang "an der langen Leine" führte, nicht sehr bedacht. Persönlich glaube ich das nicht. Hector mag ein verrücktes Genie gewesen sein. Vernünftiger als er ist nicht einmal die Vernunft selbst.

"Hör mal, Mann !... zum improvisierten Singen braucht es Talent, ein bisschen Bewegung und genau zu wissen was man sagt. Ich mag ein Sänger ohne Ausbildung sein, doch habe ich ein Herz wie es viele gerne hätten und ich füge mich ein wo auch immer. Und wenn wir meine Musik aus Puerto Rico singen, dann tanzt sogar mein Grossvater. Auf geht's Bobby! …Du sagst an!" (Village Gate, NY 1984 oder 86), Präsentation mit der Band des Saxofonisten und Bandleaders Bobby Rodriguez, Bobby Rodriguez y su Companía. Belassen wir`s dabei, wie er sagen würde.

>> Hector LaVoe (Teil 2)