José Luis Cortés “El Tosco”, fue premiado con el Diploma “Artistic Achievement de la Brooklyn Academy of Music (BAM)”, otorgado en La Habana por el Productor Ejecutivo Nick Schwartz-Hall.
El Diploma fue entregado a José Luis Cortés con motivo de su trabajo artístico como orquestador y director musical de una delegación musical cubana que visitó Nueva York en el pasado diciembre del 2012.
La delegación musical estaba integrada por cantantes y músicos cubanos que integraron una súper banda: Kelvis Ochoa, Carlos Varela, Osdalgia Lesmes y varios instrumentistas de diversas bandas como Los Van Van y Alexander Abreu (Habana D´Primera).
El concierto, grabado y mostrado en La Habana, presenta a José Luis Cortés, con un atuendo en su pelo, al estilo Elton John, dirigiendo algunas de sus canciones timberas: Murakamis Mambo y Los Sitios enteros. En la coda final se observa a Cortés, de “oficiante” dominando al entusiasmado público amante de la salsa y los ritmos cubanos.
José Luis Cortés es, en este último medio siglo, el músico cubano de más alta calificación técnica y artística de Cuba. Baste decir que El Tosco, a partir de 1989, impuso el “Boom de La Salsa y la Timba Cubana”, en todo el país y lo llevó por Europa, América Latina y los EE.UU.
Antes ya había pasado y absolvió magistralmente el genio de Juan Formell (Los Van Van) y Chucho Valdés (Irakere), donde fue instrumentista y también animador (Chairman) en los conciertos multitudinarios por todo el mundo.
La llamada “Timba”, catalogada por muchos músicos y musicólogos como un nuevo ritmo, es sin dudas un aporte a la nueva música bailable contemporánea por su pegada fuerte en un funky cubano mezclado con el son, la rumba, la guaracha y el mambo de Pérez Prado y los hermanos Cachao.
Esta revolución musical no dejó indiferente a nadie en su tiempo, fue una música que lo revolvió todo, lo innovó todo y lo dominó todo, a base de montunos y tumbaos renovados, estribillos, coros y canciones estremecedoras que reflejaron los duros tiempos de la década de 1990 para Cuba.
Hoy todo queda como un testimonio vivo y una riqueza musical de la cual beben todos los nuevos músicos cubanos en sus más modernas creaciones. Cortés es como un nuevo Arsenio Rodríguez, con la diferencia de que es un músico de alta escuela y, a la vez, un músico de una intuición asombrosa, alimentado por africanas raíces de enorme fuerza yoruba.
El músico de Santa Clara-La Habana, queda como un clásico moderno de la música cubana y uno de los pilares de la música junto a Juan Formell, Chucho Valdés, Revé, Juan Carlos Alfonso, Cesar Pedroso, David Calzado, Richard Egües, Rafael Lay, Lilí Martínez, Peruchín, Fajardo, Arcaño, Romeu, Chico O’Farril, Benny Moré y muchos grandes más.