El baterista vivo, más famoso de Cuba, estuvo de visita, en la Fiesta del Tambor, Guillermo Barreto in Memorian que se celebró del 5 al 10 de marzo en La Habana. Walfredo cumplirá el 16 de junio 70 años, después de una gloriosa trayectoria musical.
Walfredo fue el primer instrumentista en crear en La Habana el primer “Drum Set”, en el que integraba al drum los instrumentos percutivos cubanos (tumbadoras, campana). El maestro era esperado ansiosamente por las famosas dinastías de percusionistas que hay en la capital, todos mantenían estrecho contacto con Walfredo en las constantes giras al exterior.
Conversé con el estelar baterista en el Bar Las Cañitas del legendario Hotel Habana Libre, testigo de acontecimientos musicales memorables.
Walfredo, en qué momento usted hace las renovaciones con el drum cubano?
Fue en el cabaret Casino Nacional del Hotel Nacional, en 1952, me dieron diez músicos y tuve que seleccionar una cantante en lugar de un tumbador. Entonces decidí poner dos tumbadoras, un bombo pequeño, timbal delante, en lugar de tom tom. Con ese formato también grabé con la orquesta de Fajardo y sus Estrellas y con Israel López “Cachao”. Antes de este momento, no existía este formato instrumental.
Desde luego que usted tuvo que crear una nueva técnica?
Comencé a trabajar con la “mano izquierda”, en lo que me ayudó mucho José Luis Quintana “Changuito” quien me fue adiestrando con clases y videos que me enviaba. Todo fue guiado por él, una verdadera gloria de Cuba. Ese mágico toque de la mano izquierda sirve hasta para tocar el estilo de La Pachanga.
Qué otro concepto concibió usted?
Comprendí que la repetición del ritmo del cha cha chá, desde 1953, es una técnica que puedes poner en función para cualquier ritmo, incluso para el rock and roll, el pop y el beat. No cabe dudas que es un ritmo sin igual, hecho en Cuba y nada más. También nos ayudó mucho el baqueteo del danzón, una música de gran envergadura.
Hábleme de otras influencias en la percusión de aquellos tiempos de la década de 1950?
Yo siempre me he sentido un estudiante, esa es la premisa que le inculqué a mis hijos músicos. Conocí la manera de tocar del timbalero Ulpiano Díaz, un astro de las maravillas del Siglo con Fernando Collazo, Arcaño y sus Maravillas y Fajardo y sus estrellas. También admiré a Orestes Vilató de Camagüey; sabía poner la nota exacta, sobre todo para el bailador. Aprendimos que lo importante no es el exceso de notas, solo las necesarias. También me fascinaba Candito Camero “El hombre de los mil dedos”, con la mano izquierda tocaba el tambor y con la derecha hacía frases rítmicas en el bongó. Llegó a tocar con Billy Taylor y Dizzy Gillespie. Los cubanos son reyes de la percusión.
Cuba es una potencia de percusionistas?
Cuba produjo al mejor tímpanis del mundo, domingo aragú, nació en 1910 y fe maestro de Plá, Emiliano Salvador, Ignacio Berroa, Lino Neyra y trabajó con grandes directores sinfónicos. Fue nominado al All of Fame de la Percusive Arts Society. Hay que mencionar a Chamo Pozo, Changuito, Mongo Santamaría Francisco Aguabella, Armando Peraza, Patato Valdés, Blasito Egues (primer baterista de Los Van Van) y Guillermo Barreto, entre muchos más.
Guillermo Barreto y usted dominaban el drum en los mejores escenarios de La Habana?
Éramos muy amigos, trabajábamos en colaboración, a veces lo sustituía en el cabaret Tropicana, dirigidos por Armando Romeu. Barreto era muy cuidadoso en sus instrumentos, un poco maniático. Trabajaba con mucho oficio, era completo, una verdadera estrella de Cuba.
Qué experiencia usted tuvo con El Chori percusionista de La Choricera en La Playa de Marianao?
Yo visitaba la Playa con Tito Puente que venía mucho a Cuba a aprender. El Chori no repartía, marcaba el ritmo de la rumbera que bailaba, pero era perfecto, sabía poner una sola nota, pero donde había que ponerla. Tito se quedaba pasmado y me decía: “Mira eso compadre!” Ahí está la belleza de la percusión cubana, en ese estilo brillante y genial. Chori era él, muy creativo, una personalidad total, Marlon Brando quiso llevárselo para Hollywood, pero él nació para estar en La Habana que era mejor que Hollywood.
Cómo fue su experiencia con Marlon Brando?
Me lo llevaron al Canal 4, San Miguel, donde creo que ahora está el nuevo Canal Habana. Me lo presentan y lo identifico como un actor de EE.UU.; quería comprar tumbadoras (congas), entonces lo mandé para la casa del Chino Vergara de la orquesta Hermanos Palau. El Chino le hacía las congas a tata Güines y vivía por el reparto Batista en Lawton.
Todo parece indicar que Tito Puente le tomó los trucos del Chori, sobre todo en la manera de hacer las acrobacias instrumentales?
Tito me decía que para aprender hay que venir a Cuba, la mesa.
El puertorriqueño era genial, puso de moda el timbal como protagonista y fue un soberano gurú, promotor de la música cubana.
Hábleme de su familia?
Tengo seis hijos, muchos nietos, algunos de mis hijos son connotados percusionistas, Walfredito toca con el grupo Chicago, Santana, con los mejores del mundo.
Qué objetivo tiene esta visita a Cuba?
Encontrarme con mi gente, con lo mejor de la nueva percusión, la escuela cubana es la mejor de toda esta zona del mundo. Somos famosos en todo el mundo, lo cubano suena en todas partes.