Manolín

Manolín, El Médico de La Salsa, volvió a Cuba

Manolín, el Médico de la Salsa, volvió a Cuba, después de once años de ausencia.

Semanas antes de la llegada, la gente de la farándula ya lo comentaba por las calles. La llegada de Manolín, para la gente cotidiana fue como una sorpresa, en el aeropuerto las muchachas que atienden los trámites de la entrada al país, comentaban en voz baja: “Este se quiere parecer a Manolín”, otra dijo: “Yo creo que es Manolín”, en fin que el cantante de La bola, tuvo que entonar aquella canción tan conocida en Cuba: No lo comentes,/ esto es para tu consumo/.

Tan pronto corrió la noticia, los periodistas, músicos, comentaristas se movilizaron para encontrarse con el líder indiscutible de la salsa bonita de Cuba. Su hermana Maribel, representante del Médico, en algunos de sus trámites concertó una entrevista entre Manolín y yo en el Lobby del Hotel Habana Libre. Al encuentro asistieron directores de televisión, locutores de radio, amigos de la vieja guardia. Después de una sesión de fotos, nos trajeron un daiquirí sin ron (hielo frapé, con limón y ron cubano, la bebida que tomaba el escritor Ernest Hemingway con ron doble).

Manolín, cómo te sientes en esta visita tan esperada a tu patria
Estoy feliz de estar en mi tierra linda, esto es lo mío.

Solamente tenía la preocupación de que estuvieras cambiado en tu manera de ser?
Yo soy un tipo transparente, sencillo como la salsa, soy impenetrable, no me desvío de mi camino, no me encandilan los Mercedes Benz, las grandes tiendas, el brillo del lujo material, yo soy Manolín en La Habana.

Con quién te has encontrado en esta visita?
Con todos mis amigos de la música, todos están muy felices de mi visita, me alegra mucho eso.

Cómo fue tu encuentro con José Luis Cortés, el rey de la timba?
Lo vi en el Diablo Tun Tun, me puso el micrófono en la boca y le entoné unas estrofas, José Luis es mi padre.

En algunos videos te vi un poco grueso, fuera de línea?
A veces disfruto la comida, como sin medida, pero ya estoy en la línea.

Tomas bebidas alcohólicas, te cuidas?
Hasta los 32 años no tomé nunca, pertenezco a una generación que en Cuba no tomaba alcohol. Después con la música tomé un poco, pero ya no me atrae.

Pasemos a la música, cómo arreglas tus presentaciones?
Me muevo sin orquestas, tengo emplazadas tres agrupaciones en Cancún, Madrid, Italia y Miami, donde tengo la orquesta de mis inicios. Pero, cuando viajo, llevo a mi pianista y arreglista de siempre: Luis Bú, quien lleva los papeles y a sonar música.

Has podido recuperar los circuitos donde hacías tus giras?
Ya los logré recuperar.

Cuántos discos has grabado fuera de Cuba?
Tres y ahora estoy preparando uno titulado: ″Tiene que ser Manolín″.

Sigues creando con la rapidez de aquellos años en Cuba?
Sigo muy creativo.

Tus relaciones con Isaac Delgado cómo han sido allá afuera, leí una entrevista donde él decía que lo que tu lograste en las salas de Miami no lo ha logrado nadie?
Las relaciones son muy buenas, Isaac es muy respetuoso, amigo de los amigos. Somos coterráneos y salimos del mismo Boom de los 90. Hemos hecho dúos en Perú, en Miami, en varias oportunidades. En mi nuevo disco tenemos un dúo en una de las canciones.

Supimos que cantaste con Paulo FG en Miami y que lo habías defendido por sus opiniones?
Paulo y yo fuimos en Cuba, junto a Isaac Delgado los tres cantantes que más convocábamos en las presentaciones, había una especie de controversia, pero en el fondo los tres admirábamos el trabajo que hacíamos para dar alegría a los bailadores.

Cómo fue el encuentro con Formell en La Habana?
Formell es nuestro guía de la música bailable, seguimos su concepto, su ejemplo de persistencia. Las opiniones que ofreció de mi trabajo, en aquellos tiempos del Boom de la salsa, fueron de mucho valor para mí.

Dicen que eres muy conocido en Perú?
Chico los peruanos son timberos, viajé allá con Isaac. Se saben todos mis textos, mi música, mis inspiraciones, hacen como un coro gigante; algunos fanáticos me han esperado hasta la madrugada en el aeropuerto con fotos y todo.

En Cuba hay un cantante llamado Alain Daniel que sigue tu estilo, y le va bien?
Lo conozco, es muy sincero, dice que me admira.

También se escucha una de tus canciones?
Pegaíto, pegaíto, la canta Olga Tañón, la conozco de Orlando.

Aunque también los bicicleteros (transportadores de pasajeros) ponen tus canciones por las calles de La Habana?
Me alegra mucho eso.

Qué extrañas de Cuba?
Extraño todo, mi familia, los mega conciertos que hice, el sol, la vida, Cuba es muchas cosas.

Echando el almanaque para atrás, recuerdo con más impresión las presentaciones en Guantánamo (tu pueblo natal) y el estadio de Santiago de Cuba, ante cien mil asistentes parados, coreando tus canciones, un coro multitudinario, nunca había visto tal cosa, ni con Benny Moré?
El recibimiento de madrugada en Guantánamo fue muy impresionante con patrullas de la policía sonando sirenas. Muchas veces olvidamos que cuando desaparecieron los países del este socialista, la crisis económica en Cuba se agudizó tremendamente; pero el boom de la salsa de la década de 1990 sirvió de alivio ante esas dificultades. La música dio alegría al corazón de los cubanos y ahí estuvimos todos los salseros luchando por la vida. Quizás hay que reflexionar sobre este tema y hacer esa historia algún día. Nosotros, no sólo fuimos cantantes y músicos, fuimos también misioneros.

A quién tienes en Miami?
A mi hija Melissa, tiene catorce años, su mamá se llama Josy, es locutora, tengo también a mi hermano Lázaro, cantante del grupo.

Qué esperas de este viaje?
Espero no estar nunca más sin mi país, desde mi corazón defiendo a mi tierra, lucho por ella, soy crítico, como son los buenos hijos. Me parece que Cuba va por un mejor camino hoy día, con mucha inteligencia.